martes, 3 de agosto de 2010

La evolución humana



"Evolution is a fact, not an opinion". Esta es una frase dicha por Sheldon Cooper en la serie The Big Bagn Theory. Y no es para más. Las nuevas tendencias y movimientos religiosos creacionistas buscan refutar esta postura que más que religiosa, es científica basada en hechos (cultura material y vestigios óseos). Estas posturas religiosas están en su derecho de criticar a los postulados científicos que hablan de la evolución, pero la evidencia está allí. Sin sonar positivista, es menester reconocer que en las últimas décadas se han descubierto una cantidad asombrosa de fósiles de fauna y flora que vivieron hace ya millones de años. La especie humana, una de las más recientes, también aparece en la escena evolucionista. De las especies, subespecies, y otras clases de prehomínidos se han descubierto: Australopithecus Anamensis (3.9 a 4.2 millones de años), Austrolopithecus Afarensis (3.9 a 3 millones de años), Austrolopithecus Robustus (2 a 1.2 millones de años). Estos pertenecen al grupo de los australopitecus. Ahora bien en cuanto al género homo están: Homo Habilis (2.4 a 1.4 millones de años), Homo Ergaster (2 millones de años),
Homo Erectus ( 1.8 millones de años), Homo Heidelbergensis (500, 000 años), Homo Neanderthalensis (230 000 años), Homo Sapiens (30 000 años).
Sin embargo, no quisiera hablar tanto de las características de estas especies descubiertas; sino más bien de algunas ideas o ideologías científicas que giran entorno al evolucionismo como paradigma científico.
Se ha discutido durante décadas en las comunidades científicas sobre el tema de la evolución humana y los paradigmas bajo los cuales se fundamentan. En muchos casos parece una carrera paleoantropológica por ver qué científico o equipo de científicos descubre el ejemplar más antiguo y al eslabón perdido en la historia de la tierra.
Por mi parte soy de la rama de la antropología social por lo que mi conocimiento detallado de la evolución biológica humana es limitado. No obstante, no dejo de preguntarme por la idea que viene del evolucionismo decimonónico: el telos.
Para empezar la palabra evolución y evolucionismo son cosas que si bien están relacionadas, tienen diferencias importantes. El evolucionismo es una corriente de pensamiento antropológico que establece una línea o varias sobre las cuales ha transcurrido una especie en la tierra. Aquí comienza el problema ya que las leyes "aleatorias" de la naturaleza no responden a esquemas de pensamiento científico. Es decir, no existe la línea o serie de lineas evolutivas planteadas. Esta crítica es bastante trillada pero frecuentemente desconocida por el resto de la sociedad ajena a los descubrimientos científicos e incluso para muchos antropólogos. Darwin nos habló de los principios de selección natural y adaptación al entorno ecológico; desde mi punto de vista este principio es el que rige a manera de juego al azar lo que se ha llamado como la evolución.
Otro punto a mencionar es que en el siglo XIX se tenía la "creencia científica" de que todas las sociedades pasaban de estados primitivos a otros más civilizados. Los estadios primitivos estaban representados por las culturas que actualmente están ubicadas en el mal llamado Tercer mundo. Y las sociedades civilizadas estaban representadas por las culturas de Occidente. Aunque podríamos pensar que actualmente esta percepción evolucionista ya no existe, no podemos estar más lejos de la realidad. Si bien ha cambiado en forma, no del todo en su contenido: evolución, progreso, desarrollo, posdesarrollo....y lo que falta.
La crítica mencionada arriba bien encaja en considerar al homo sapiens como la especie triunfante en la naturaleza, el último peldaño en la evolución humana y natural, la consumación perfecta de la madre natura. Esto se llama antropocentrismo. No son pocos los epidemiólogos que sostienen que son los virus o bacterias los verdaderos dueños del planeta tierra.
Pero alejándonos de estas críticas, personalmente considero importante la investigación enfocada a los procesos de adaptación de las especies y subespecies con las cuales guardamos parentesco. Los temas son bastos, muy interesantes, y para nada agotados en su estudio. Tenemos el estudio de la lengua, la religión, el arte, la política, el parentesco, la economía, la tecnología, etc.
La evolución, amén de las críticas que tenga a favor y en contra, es una travesía que nuestra especie emprendió miles de años atrás. Por tal razón, estamos invitados a descubrir en una pintura polícroma en una cueva, en materiales líticos, o en los restos óseos no un origen único la mono-cultura, sino los múltiples orígenes de la diversidad cultural existente.

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