sábado, 31 de enero de 2015

Retomando el blog

Desde mi última publicación en este blog, he tenido la fortuna de estar bastante ocupado en proyectos de investigación de distinta índole: cuestiones forestales y de impacto ambiental, enfermedades desatendidas transmitidas por vector, enfermedades crónicas degenerativas, entre otros. Es un gusto retomar este espacio y compartir experiencias profesionales en la WWW. Saludos Josué

domingo, 3 de marzo de 2013

Migración laboral

La migración campo-ciudad ha sido un fenómeno estudiado ampliamente por varias disciplinas sociales incluida la antropología. Por fin, después de siempre haber deseado trabajar en un proyecto sobre migración tuve la oportunidad de realizar un estudio exploratorio, para un centro de investigación de la UNAM, sobre esta práctica cultural en un poblado que forma parte de la Zona de influencia metropolitana llamado Hocabá. Este lugar, como varios en la zona henequenera de Yucatán, estuvo caracterizado por ser una zona productora del "oro verde" hace aproximadamente unos 30 años atrás. Queda en el recuerdo nostálgico de los ejidatarios las jornadas laborales e historias sobre aquél periodo del pasado. Actualmente, la mayoría de su población ha abandonado la producción agropecuaria y sólo algunos pocos campesinos , la mayoría de edad avanzada, continúan trabajando la tierra. La mayoría migran a distintos municipios al interior del estado yucateco o hacia la Rivera maya. Esta situación migracional es bastante común en distintas comunidades de Yucatán. Este caso es un ejemplo claro de que la migración laboral se ha convertido en si bien no la única, pero sí una de las principales opciones por la que optan las personas oriundas de poblados rurales para ir en búsqueda de mejores salarios, aunque estos no vayan acompañados siempre de mejores condiciones laborales. Saludos Josué

Ordenamiento Territorial Comunitario

El Ordenamiento Territorial Comunitario (OTC) es un instrumento de planeación que el gobierno de México ha adoptado para diseñar, junto con los campesinos de un ejido, estrategias de aprovechamiento de la tierra, recursos naturales y la biodiversidad. Las implicaciones étnicas y las relaciones de poder no tardan en aparecer al igual que los discursos institucionales sobre el medio ambiente y las políticas de lo que significa o no "lo sustentable". Lejos de los grandes debates internacionales que esto suscitaría, como de hecho lo hace, es en la práctica donde se vuelve un poco complicada la tarea de llevar a cabo todo lo que los manuales gubernamentales del OTC dicen que se debe de hacer. Desde septiembre del 2012 he participado en un OTC al sur del estado de Yucatán con un grupo considerable de ejidatarios y sus 20 mil y pico de hectáreas de tierra. Mi labor consistió particularmente en realizar con los ejidatarios la caracterización social y económica de la comunidad con la ayuda de una colega antropóloga. Inicialmente me pregunté si esto sería un caso de antropología aplicada ya que el proyecto mismo se prestaba a esa interpretación. Cuidar que mi presencia no sea invasiva era una de las utopías que creí había superado, pero mi propia situacionalidad profesional y laboral le ponía un sazón diferente a otros proyectos en los que había participado. No trabajaba para ninguna universidad ni centro de investigación alguno, así como tampoco para el gobierno. Lo hacía para una consultora coordinada por personas formadas en ciencias biológicas. ¿Era mi papel la de ser intermediario? ¿la de un emprendedor en antropología aplicada? o simplemente un asesor técnico, como los mismos ejidatarios me llamaban. O bien, me decían "ingeniero". En mi práctica etnográfica realmente sentí fluir los múltiples discursos institucionalizados, morales, culturales, étnicos, locales, globales y políticos relacionados con el "ordenamiento" de las cosas. Recordé a Foucault muchas veces, pero me era poco útil al momento de tener que "seguir" el juego de promover el "ordenamiento de las cosas". Claro, como muchos/as podrán argumentar, ese "ordenamiento" es más una perspectiva teórica, por más práctica que la quieran presentar, que una realidad. Por otro lado, ver el grado de apropiación de discursos que los ejidatarios hacen de los discursos gubernamentales me resultó más que asombroso. Y, por supuesto, la reinterpretación que estos hacían. A pesar de esta experiencia del "ordenamiento de las cosas" no dejé de lado a mis paradigmas de crítica poscolonial y teoría post-estructural. De hecho, más que inútiles, me resultaron "prácticos" para muchas cosas. Evidentemente, esto es algo que no redactarías en reportes ejecutivos donde muestras los avances, expectativas y propuestas de "escenarios de oportunidades productivas". Ante el posible "¿por qué?" la respuesta que salta a inmediatamente es que...se trata de personas, traté con personas, campesinos con familias, gente que todavía depende del campo, y que necesita de él para la subsistencia diaria. Y claro, la mejor crítica post-colonial o post-estructural no les daría de comer, vestir o comprar medicinas. Duras son las lecciones que uno aprende o bien, recuerda, en trabajo de campo cuando los principios y a ética antropológica tiene que ser repensada no para fomentar el debate, sino para ser una estrategia útil y práctica en la medida de lo posible. Saludos Josué
El regreso... Después de mucho tiempo por fin retomo mis actividades en este blog. Muchas cosas he hecho, muchas he dejado de hacer. He sido desde el 2011 un cibernauta más activo en el FACEBOOK difundiendo y comentando información al respecto sobre antropología, ciencias sociales, epidemiología, teoría poscolonial entre otras cosas. Bueno...con esta entrada retomo lo que considero una responsabilidad de difundir y contribuir al conocimiento antropológico en el ciberespacio. Espero que la lista de sitios web que pacientemente he estado recolectando les haya sido de utilidad. Saludos compañeros/as y colegas cibernautas.

domingo, 30 de enero de 2011

Cultura(s) y televisión



Lila Abu-Lughod escribe en su ensayo "The interpretation of culture(s) after television" una interesante propuesta para la incursión de la antropología en los estudios sobre la televisión. No es que no existan estudios sobre este tema, pero la autora considera que han sido ineficientes. Una de las preocupaciones de Abu-Lughod es el rechazo que muchos/as antropológos/as tienen al estudiar la televisión y los posibles impactos que pudieran tener en la vida de las personas. No obstante, la autora muestra la importancia que este medio de comunicación tiene en las maneras en que los individuos perciben sus vidas, las relaciones sociales que tienen con personas que son miembros de "su cultura", y las relaciones que tienen de manera directa o indirecta con sociedades ubicadas a cientos de kilómetros. Abu-Lughod ve en la "recepción" de los televidentes una de las principales áreas de investigación donde la antropología puede trabajar. En su artículo la autora contrasta la vida de dos mujeres del alto Egipto llamadas Zaynab y Fayruz, ambas de posiciones económicas y estilos de vida diferentes. Estas dos mujeres ejemplifican que la recepción de los programas televisivos no siempre se dan de forma pasiva. Es decir, la gente no simplemente recibe y consume o cree todo lo que los programas d televisión muestran. Zaynab, cuya situación socioeconómica "baja", mantiene casi siempre una postura crítica respecto de los programas televisivos sobre todo sobre las telenovelas. Ella reconoce hasta cierto punto los valores sociales, culturales, y normas que son transmitidas en esta programación e incluso las constrasta con su vida personal. Se identifica con algunas vidas de los protagonistas, mientras que está en desacuerdo con otras o bien manifiesta no entender las razones que orillan a tal personaje a realizar cierta acción.
Pero, ¿cómo la antropología puede abocarse al estudio de la vida social de la televisión? Abu-Lughod propone revisar la "thick descripción" de Geertz, el uso de la etnografía multisituada de Marcus, y abordar a los televidentes no como miembros de una "cultura unificada", sino en "términos de el cosmopolitanismo que representan" (124).
Para Abu-Lughod, "escribir sobre televisión en Egipto, Indonesia, o Brasil es escribir acerca de lo transnacional, lo nacional, lo local, y lo personal" (129). La percepción e interpretación que las personas tienen de los programas televisivos y de sus experiencias televisivas muestran contradicciones, paradojas, encuentros y desencuentros que hasta cierto punto moldean las experiencias que se viven día a día en la sociedad.

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* Abu-Lugohd, Lila (1999) "The interpretation of culture(s) after television" Sherry Ortner (ed.), The fate of culture, Berkeley/Los Angeles: University California Press.

sábado, 8 de enero de 2011

El fin del mundo



Antes de que finalice el 2010 noté que en varios programas televisivos transmitieron temas sobre el fin del mundo, sobre la veracidad de las predicciones de Nostradamus,sobre las profecías mayas, sobre el código secreto oculto en la Biblia que ha predicho catástrofes ambientales y tragedias humanas mundiales, sobre investigaciones paleoclimáticas que sugieren que algún asteroide o meteorito está rumbo en colisión contra nuestro planeta, y la lista sigue. Hay varias versiones del fin del mundo para todos los gustos: creyentes, no creyentes, ateos, anti-religiosos, fundamentalistas, científicos, indiferentes, vendedores y comerciantes, profesores, obreros, ambientalistas, y la lista también sigue. Pero los fines del mundo que me parecen particularmente interesante son dos: el bíblico y el maya. Me resulta curioso que muchas personas que pertenecen a alguna religión judeo-cristiana se preocupan por las profecías mayas, cuando en realidad, no tendrían por qué hacerlo dado que su propia religión tiene su versión del "fin". Otras personas, por lo general pertenecientes a fenómenos religiosos New Age, consideran verídicas y legítimas las profecías de los mayas y en algunas ocasiones las mezclan con las bíblicas y con las de Nostradamus. Las televisoras se encargan de alimentar el miedo y terror de las personas respecto del fin de la vida en la tierra. Pero a muchas personas se les olvida un detalle: el etnocentrismo. En el discurso mediático se hacen caso omiso de las miles de religiones no judeo-cristianas y no-mayas que tienen sus propias versiones sobre el fin del mundo. Es decir, se difunden imágenes de un fin del mundo muy "cristiano". En ese sentido, la conversión "forzada" hacia el cristianismo parece ser la única forma de salvarse de la inminente catástrofe mundial. Quisiera comentar dos relatos, uno bíblico y otro de una caricatura. El relato bíblico de la inundación tiene sus orígenes de las sociedades que vivieron entre los ríos Tigris y Eufrates. Eran sociedades que vivían en constante riesgo de desborde de ambos fluyentes y que pudieran poner fin a "esas sociedades". Esto nos habla de una manera de percibir a una sociedad propia como "todo el mundo". Este tipo de etnocentrismo ha sido y todavía es muy común en las sociedades contemporáneas. El otro relato es de un capítulo de la serie Los Simpsons sobre el fin del mundo. Casi al final de ese capítulo sobre el "fin del mundo a lo cristiano" encontramos en el infierno al personaje indú, Apu. Él está agarrado de un árbol y unos diablos le están picando con sus tridentes a lo que Apu les responde: "les digo que yo soy indú". Ambos relatos son una breve muestra de la variedad de versiones, narrativas, y formas de percibir el "fin del mundo". Aunque algunas versiones se han vuelto más populares que otras, debido a la predominancia de ciertas imágenes religiosas en la difusión mundial televisiva. No es novedad decir que la televisión constituye uno de los principales medios de transmisión de imaginarios religiosos para todo el público.

domingo, 2 de enero de 2011

Feminismo y Pierre Bourdieu


Muchas teóricas feministas han criticado la obra de Bourdieu argumentando que sus conceptos, especialmente el de habitus, no ofrecen capacidad de agencia al individuo. Considero que tal crítica es imprecisa y hasta cierto punto injusta. Si bien es una tarea difícil el ver al habitus (conceptual) como un medio para escapar al dilema estructura-sujeto, su supuesto "fracaso" no merma el valor analítico de dicho concepto. Particularmente observo que muchas pensadoras feministas comenten el error parsoniano a la inversa. Es decir, quieren ver más "agencia" y capacidad de acción en los sujetos (mujeres) del que existe. Considero que debemos separar el argumento político (feminista o cualquiera que sea) del argumento analítico sociológicamente hablando. A pesar de las críticas de esta índole a las propuestas de Bourdieu, existen esfuerzos loables que retoman los conceptos de Bourdieu y los re-piensan desde una perspectiva feminista. La obra que particularmente considero relevante en este intento es la compilación del texto: Feminism after Bourdieu. Les invito a leer este conjunto de trabajos, editados por Lisa Adkins y Beverley Skeegs, donde se replantean conceptos como habitus, campo, espacio social, entre otros.